lunes, 10 de octubre de 2011

Si me cansé de esperar, fue porque el tiempo no curó ninguna herida. Si me cansé de perdonar, fue porque cuando duele, nunca se olvida. Si me cansé de ceder, fue porque cediendo te vas muriendo en vida. Si me cansé de llorar fue porque en las lagrimas no encontré salida.

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